Charles Coulomb |
Si echamos un vistazo a nuestros libros de física, en los apartados dedicados al campo eléctrico, encontramos un concepto llamado Fuerza de Coulomb. Viéndolo así, pensamos en Coulomb como un hombre que tradujo lo que la naturaleza hace con las cargas eléctricas, al idioma de las matemáticas. Y es así... o casi. "Casi" porque resulta igenuo y, sobretodo, injusto considerar que Coulomb desarrollo él sólo esta ecuación para la fuerza entre cargas. Aunque merecidamente lleve su nombre.
Un breve repaso histórico
Resina Fosilizada |
Ya en la antigua grecia se observaban fenómenos de atracción eléctrica. Thales de Mileto (640 a.C. - 546 aC) observó que al frotar un pedazo de resina fosilizada, ésta era capaz de atraer pequeños objetos como plumas o pajitas.
Esta atracción se confundió con la atracción magnética que producian ciertos minerales como la magnetita. No fué hasta el siglo XVI cuando William Gilbert (1540-1603) estudió sistemáticamente los fenómenos eléctricos y magnéticos por separado. Fué el primero que diferenció ambas interacciones, además, introdujo los términos de fuerza eléctrica, atracción magnética y polo magnético.
En 1729 Stephen Gray (1666-1736) realizó las primeras experiencias de transporte de energía eléctrica. Descubrió de que la atracción y repulsión conseguidas por frotamiento de materiales, se podían transmitir de un cuerpo a otro mediante conexiones metálicas. Conociendo este resultado, Charles François Du Fay (1698-1739) realizó un experimento en el que una hojita de oro era atraída por un trozo de vidrio frotado hasta que estos objetos se tocaban. Entonces la hojita dejaba de ser atraída por el vidrio. Lo más curioso que observó, era que en ese momento, la hojita empezaba a ser repelida por un trozo de resina frotada! Du Fay, introdujo los conceptos de atracción vítrea y atracción resinosa. Pensaba que había algun tipo de fluido que se intercambiaba entre los cuerpos.
Benjamin Franklin |
Más adelante, Benjamin Frankiln (1706-1790) en 1747, determinó que este fluido era único para todos los materiales y que las atracciones y repulsiones entre ellos, se debían a los desequilibrios (excesos y defectos) de este fluido contenido en cada cuerpo. Suponía que al frotar dos cuerpos, este fluido se trasvasaba de uno a otro. Esta teoría lleva implícito el principio de conservación de la carga. Realizando experimentos con diversos materiales, Franklin observó que pequeños trozos de papel, parecían no verse afectados por esta fuerza eléctrica cuando se encontraban en el interior de una copa metálica previamente cargada por contacto con resina frotada. Su compañero Priestley (1732-1804) demostró que no existe ninguna interacción eléctrica en el interior de un recipiente metálico cargado. A patir de este resultado, dedujo que las fuerzas debidas a estas descompensaciones de fluido eléctrico, eran inversamente proporcionales a la distancia al cuadrado que separa los cuerpos que intervienen.
Charles Coulomb (1736-1806) contrastó estos resultados de manera experimental utilizando una balanza de su propia invención. Este hecho le llevó a enunciar su famosa ley de la fuerza eléctrica entre cargas:
La fuerza ejercida por una carga puntual sobre otra está dirigida a lo largo de la línea que las une. Es repulsiva si las cargas tienen el mismo signo y atractiva si son de signo contrario. Además es inversamente proporcional a la distancia que las separa"
Conclusión:
Claro que Coulomb merece que su ley lleve su nombre! Fué capaz de aunar los conocimientos acumulados durante más de dos mil años y plasmarlos en una sencilla ecuación matemática. Dedujo dicha ecuación a partir de un experimento diseñado por él mismo y, seguramente, por muchos de sus ayudantes. Pero tendemos a olvidarnos de todos los años en los que se estuvo trabajando con las fuerzas electricas, los transportes de cargas, los experimentos realizados, etc. Olvidamos que estos grandes científicos son seres humanos, que dedican mucho tiempo a su trabajo y que, si dan en el calvo, obtienen reconocimiento histórico. La gran mayoría, ni los conocemos y seguramente aportaron su grano de arena al desarrollo de las leyes y teorías que conocemos hoy en día y que, injustamente, llevan el nombre de uno sólo de ellos.
Hasta la próxima!
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